Hace mucho, mucho tiempo, concretamente entre los siglos II a.C. y II d.C., hubo en el barrio alicantino de la Albufereta una lujosa villa romana, probablemente relacionada con el yacimiento de Lucentum. A esta gran construcción no le faltaba detalle, incluso tenía su propio vivero de peces. Gracias a él, los señores no sólo disfrutaban de su chalet frente al mar, sino que también disponían de pescado fresco y variado cuando se les antojase.

Pero el paso de los siglos no perdona, y la villa fue engullida por la vida moderna. Por suerte, a principios de este año la Demarcación de Costas rescató los vestigios que aún quedaban como testigos de aquella opulencia. Se trata de tres estructuras arqueológicas que han sobrevivido gracias a que están excavadas en la roca. Ubicadas entre la playa de la Albufereta y el Club Náutico Costa Blanca, se accede a ellas a través de un paso peatonal.

La cisterna romana

A causa de los ataques que ha sufrido durante todo este tiempo, poco o nada se sabe del uso que se le daba a esta estructura. La construcción de edificios y de la antigua red de saneamiento de la zona, han acabado con cualquier pista que indicase para qué servía. Por su planta rectangular de 4×3 metros y la existencia de un decantador en una esquina, lo más probable es que se empleara para contener o almacenar líquidos.

Cisterna romana
Detalle de la cisterna

Las canteras

A lo largo de toda la fachada litoral se han identificado hasta cinco puntos de extracción de piedra calcarenita. El más pequeño se halla junto a la balsa romana, y se cree que estaba destinado al autoconsumo familiar. Alrededor del vivero se han localizado cuatro zonas más grandes, lo que indica una probable intensificación de la actividad.

Panel informativo
Localización de las canteras

El vivero de peces 

Al igual que los llamados «Baños de la Reina» de Calpe o Jávea, se trata de una piscina construida en la roca, destinada a la cría de pescado. Posee una dimensión de 9×7 metros, con dos compuertas al norte y dos canales laterales.

Vivero romano
El vivero de peces

Este tipo de estructura era el símbolo de riqueza por excelencia de las villas romanas, puesto que su construcción y su mantenimiento podían llegar a ser mucho más caros que el de la propia casa. Junto a los viveros, los señores celebraban suntuosos banquetes mientras disfrutaban de unas vistas privilegiadas frente al mar.

Vivero romano vistas
Vistas desde el paseo

 FUENTE: Paneles de información ubicados en el yacimiento

IMÁGENES: Verónica López López